Figura 2. El Trazado Ortogonal[1] de Santiago como expresión de las Leyes de Indias en un emplazamiento geográfico específico
Santiago es la capital de Chile y de la región metropolitana de Chile, localizada en centro del territorio nacional dividida en 6 provincias: Chacabuco, Maipo, Melipilla, Santiago y Talagante y Cordillera. A su vez de subdividirse en 34 comunas, cada cual tiene su municipio que atiende la problemática local. La región está liderada por un intendente nominado por presidente de la República que preside el Consejo regional y las provincias están liderados por los gobernadores que son nombrados por el presidente de la República dependiendo del Ministerio del Interior y que tienen que coordinar las acciones de Intendentes y Alcaldes. La región metropolitana de Santiago no cuenta con una estructura administrativa propia. Los planes de infraestructura y transporte están a cargo del Ministerio de Obras Públicas y los planes de ordenamiento territorial a la Secretaría Regional de Vivienda.

Santiago es un valle fértil con agua suficiente, cerros e islas que permiten su visualización espacial; su extensión territorial supera las 62.000 hectáreas en contraste a las 150 hectáreas que cubría desde el cerro Huelén y el Río Mapocho en su origen, cuya trama fundacional fue diseñada por Alarife Pedro de Gamboa en el año 1541 basado en las Leyes de Indias; fue en este valle donde se radicó el gobierno de la Colonia como delegación del Virreinato del Perú. Esta ciudad recibió el nombre de Santiago de la nueva Extremadura con unas 13.000 en el año 1952 y unas 60.764 hectáreas en el año 2001[1]. El crecimiento demográfico demanda suelo agrícola para el desarrollo inmobiliario junto a los equipamientos comercial, comunitario y de redes viales; alza que se traducía en viviendas sociales impulsadas por el Ministerio de la Vivienda e iniciativas de privados. Hay que precisar que el crecimiento urbano estaba sustentado por el crecimiento de los ingresos de la población[1]. Los desarrollos inmobiliarios incrementaron la trama urbana en el sur-oriente en las comunas de La Florida, Peñalolén y Las Condes en los años 1990 con costos de US$ 23.000 a US$ 60.000. El valor de las viviendas para sectores medios-altos era desde US$ 100.000 ubicadas den las comunas de La Reina, Las Condes, Lo Barnechea y Vitacura.

Paralelamente algunas industrias tuvieron que emigrar a la periferia -sobre la circunvalación Américo Vespucio y rutas de acceso a la ciudad-de la ciudad motivados por normas ambientales; pero, este crecimiento permite a la ciudad una continuidad ya que había grandes predios urbanos sin ocupar, todo bajo el concepto de la baja densidad.

La formación de economías de aglomeración en la ciudad de Santiago permite la minoración de los costos de instalación y funcionamiento que se producen al aprovechar los servicios básicos e infraestructura existente en la ciudad haciéndola más eficiente en su funcionamiento. La Economía Urbana postula que el excedente económico generado al interior de la ciudad permite incrementar y mejorar las externalidades contribuyendo a reforzar las funciones elementales de la ciudad y es lo ocurre en el desarrollo de Santiago al tener repercusiones espaciales positivas que proyectan esas externalidades favorables con un sentido de incentivar las inversiones de capitales privados, dinámica incrementada fuertemente en los últimos años en el sector inmobiliario promoviendo la conservación material, rehabilitación espacial y remodelación urbana cuya resultante es la mejora de Imagen Corporativa de la Ciudad. Este crecimiento debido a la intervención Económica se expresa en elementos significativamente eficientes como: Espacio Urbano –usos de suelos; Espacio Edificado –objeto inmobiliario; áreas Verdes y Atributos escénicos –IMAGEN CORPORATIVA; Viabilidad, Movilidad y Circulación –sistemas; Transporte, Accesibilidad y Materias Primas –recursos; y, Producción y Localización Espacial –rentas. Todo ello ha sido administrado eficientemente, sustento para el desarrollo que da origen a una ciudad creativa en procesos dinámicos.

 

Por: Fernando Hernández Jara

(1) La población de Chile se estima sobre los 18.000.000 de los cuales el 8% vive en zonas urbanas; sólo el 13 % vive en áreas rurales. El 40% de los habitantes de espacios urbanos corresponde a Santiaguinos; es decir, unos 5,4 millones de habitantes, siendo la mayor concentración urbana.
(2) La pobl ación de Chile se estima sobre los 15.000.000 de los cuales el 87% vive en zonas urbanas; sólo el 13 % vive en áreas rurales. El 40% de los habitantes de espacios urbanos corresponde a Santiaguinos; es decir, unos 5,4 millones de habitantes, siendo la mayor concentración urbana.