Normalmente, el valor que afecta un bien raíz está definido por su ubicación principalmente; pero además por la infraestructura comercial, comunitaria, de transporte y la distancia a un centro urbano, que es una manifestación referencial de las actividades políticas-administrativas y comerciales.

En mi opinión, la “Revolución Social” alteró para siempre la vida de la sociedad chilena y sus efectos se hará sentir con nitidez en el mercado inmobiliario, donde hay muestra de una ausencia de regulación (hay municipalidades que no tienen planes reguladores o recientemente lo han implementado) que permite la devastación de barrios tradicionales por el apetito voraz del “desarrollo inmobiliario” que a la larga es una mero negocio que optimiza la mayor ganancia para la empresa inmobiliaria que cumple con su fin: Ganar la mayor cantidad de dinero para sus propietarios; aquí no lo hacen por filantropía precisamente.

Primer efecto, los precios de zona donde se destruyó infraestructura comercial y comunitaria más alejadas del centro referencial de Santiago sufrirán una caída de entre un 2% al 5% de su valor de oferta antes del 18 de Octubre de 2019. Se puede estimar comunas como La Pintana, Puente Alto, Maipú, Quilicura, Renca, , entre otras serán afectadas con caídas de precios en la oferta de venta de propiedades residenciales y comerciales.

Segundo efecto, otras comunas como Providencia, Santiago Centro, La Florida, Las Condes Peñalolen –en sectores caros-, quedarán afectas a un estancamiento y a la baja de precios de propiedades caras; forzado por factores de incertidumbre económica, además la banca aumentará requisitos para dar nuevos créditos y aumentará las tasas. Pero, el mercado inmobiliario es dinámico y volverá a recuperar su actividad incremental debido a signos de certeza social. En general las 34 comunas de Santiago no escaparán a este proceso.

Tercer efecto, la disposición en comprar propiedades se constriñera por eventual pérdida de empleos y factores sicológicos de prudencia. Ello va en la dirección de disminución de la tasa de invertir y recurrir al financiamiento bancario para la compra de una unidad inmobiliaria. La estimación porcentual no es tema por ahora; lo concreto es a la baja, al menos por 1 semestre y más. Este efecto complementa los 2 anteriores.

Cuarto efecto, deberá analizarse por los propietarios de qué manera el daño a la infraestructura afecta a su propiedad. No es lo mismo tener un bien inmueble ubicado en un barrio donde existió nulo daño o fue muy poco.

El mercado de la propiedades ha tenido alza desmedidas para lo que es Chile; situación distinta a la del mercado inmobiliario de EE UU; el Estado de Texas Houston hay propiedades que son más baratas que en Chile y Chile no es EE UU.

Fernando Hernández Jara
Máster en Economía Urbana
Ing. Constructor e Ing. Civil I